Por el Profesor Jorge Ottati
La gira asiática del Inter Miami, impulsada por David Beckham como preparación para la próxima temporada de la MLS, que contó con el respaldo de las autoridades del club y de los jugadores del equipo liderados por Lionel Messi, no colmó para nada las expectativas deportivas que se habían generado, después de recorrer miles de quilómetros en doce días, al visitar Arabia Saudita, Hong Kong y Japón.
Antes de partir rumbo al continente asiático, Inter disputó dos amistosos de preparación: uno ante la Selección de El Salvador, en el magnífico Estadio Cuscatlán de San Salvador, que terminó empatado 0 a 0, y otro en Texas, ante FC Dallas, donde el equipo del sur de la Florida perdió por 1 a 0.
La razón principal de la gira internacional del Inter, además de generar ingresos económicos y darle mayor visibilidad a la marca del equipo a nivel global, era mostrar a su gran figura Messi, a quienes todos querían observar de cerca luego de haber conquistado el título de Campeón del Mundo con la Selección Argentina en Catar. Sin embargo, el astro argentino no estuvo en plenitud física y una dolencia en el aductor derecho solo le permitió estar en cancha menos de la mitad de los minutos disputados por su equipo.
En Arabia Saudita, el 29 de enero jugaron ante el Al Hilal, equipo dirigido por Marcelo Gallardo, donde perdieron por 4 a 3 y lo más relevante fue que Luis Suárez, recientemente incorporado luego de su espectacular temporada con Gremio, convirtió su primer gol con la camiseta del Inter Miami.
En el segundo de los amistosos en Asia, el 1 de febrero ante Al Nassr, las molestias de la afición fueron muy grandes, ya que estaban esperando el último duelo Cristiano vs. Messi, pero los problemas físicos en la pantorrilla del portugués Cristiano sumados a la ausencia por lesión de Messi imposibilitó que se pudiera ver un nuevo duelo entre estos dos sensacionales futbolistas. Para complicar todavía más el panorama, Inter sufrió una aplastante derrota por 6 a 0.
La gira continuó, y el mayor problema con la ausencia del 10 se generó en el partido disputado el 4 de febrero en Hong Kong ante un seleccionado local, cuando Messi estuvo sentado con equipo deportivo en el banco de suplentes, lo que provocó la ira de los cuarenta mil aficionados que abuchearon y exigieron el rembolso de las costosas entradas que habían abonado, ya que tampoco jugó el internacional uruguayo Luis Suárez por precaución. El amistoso terminó con victoria del Inter por 4 a 1.
A su llegada a Tokio, antes del último partido en Asia, era tanta la controversia generada por la ausencia de Messi, con reclamos masivos de devolución de dinero de aquellos que se habían ilusionado con verlo en acción, que el talentoso futbolista argentino se vio obligado a brindar una insólita conferencia de prensa completamente solo, sin tener ni a Beckham, ni al técnico Gerardo Martino ni a ninguna otra persona a su lado que pudiera auxiliarlo con alguna pregunta que fuera difícil de responder. El lenguaje corporal de Messi indicó que estaba muy incómodo ante esta situación, pero igual se las ingenió ante las preguntas de los periodistas para mencionar que había visitado varias veces Japón pero que ahora estaba lesionado y no sabía si podría jugar algunos minutos ante Vissel Kobe.
Este último amistoso, disputado el 7 de febrero con baja temperatura y con varias acciones en ambas áreas terminó 0 a 0 y el mismo se tuvo que definir con ejecución de tiros penales. Lionel ingresó cuando faltaban 30 minutos del segundo tiempo y poco pudo hacer para quebrar el empate, que tuvo como saldo negativo la lesión de Sergio Busquets. En la definición por penales, sorprendió que entre los ejecutantes no estuviera el argentino, quien desde el medio de la cancha observó cómo sus compañeros desperdiciaban 3 penales para finalmente perder por 4 a 3 ante el Vissel Kobe, donde se rencontraron con Andrés Iniesta, quien militó en dicho equipo en sus últimas temporadas como profesional, y que ya había brillado en Barcelona junto a Messi, Suárez, Jordi Alba y Busquets.
El saldo de la gira asiática dejó al Inter Miami con una victoria en Hong Kong, 2 derrotas en Arabia Saudita y un empate en Japón. Este es un panorama poco alentador para el técnico Martino quien tiene la gran preocupación de la lesión de Messi, unida a las bajas de Facundo Farías con rotura de ligamentos y de Benjamín Cremaschi, quien tuvo que someterse a una operación.
Ya de regreso en suelo estadounidense, el último partido de preparación fue el 15 de febrero en el Estadio DRV PNK de Fort Lauderdale, donde Inter enfrentó al equipo rosarino donde jugaba Messi de niño, Newell’s Old Boys, que finalizó con empate 1 a 1. Messi disputó 60 minutos llenos de emoción ante el equipo del cual es aficionado y donde comenzó su formación como futbolista a los 6 años, en lo que fue la última prueba antes del debut en la MLS pautado para el 21 de febrero ante Real Salt Lake.
El técnico Martino tiene todavía varios aspectos por resolver, ya que el resto del plantel cuenta con una mezcla de veteranos y jóvenes con grandes problemas, especialmente en la zona defensiva y en el mediocampo, donde la poca contracción a la marca provoca que los delanteros rivales reciban solos y conviertan con mucha facilidad. A todo esto, el técnico tendrá que buscar soluciones urgentes, ya que la apuesta por ganar la MLS es muy grande y solamente con la pasión y la ilusión que despiertan ídolos del deporte como Messi (36 años), Suárez (37), Busquets (35) y Alba (34) no se ganan torneos.
Fotos cortesía de Royal Caribbean/sbw-photo